Es fascinante observar a dos gatos bien avenidos, dos gatos que se buscan, juegan y dan cariño. Os lo he mencionado ya alguna vez. Lo sé, me repito. Pero es que es verdad. Siempre que viene alguien diciéndome que quiere adoptar un gato le comento, ¿y por qué no dos?. Dos hermanos de camada, con buena relación, que si estás ausente se harán compañía, que podrás disfrutar observando…
Los gatos pueden estar bien solos, mejor que los perros, pero no son animales solitarios. Gustan del contacto con seres humanos y otros animales (no solo otros gatos), establecen relaciones complejas y enriquecedoras para ellos. Hay muchas falsas creencias en torno a esos animales, que ni son egoístas, ni traicioneros, ni interesados. Deberíamos mirarnos a nosotros mismos como especie antes de pronunciar esas palabras referidas a un gato.
Una relación que, por desgracia, no es siempre posible si se tiene primero un gato y luego se adopta un segundo animal. Puede que no se toleren y haya que trabajar mucho su relación, puede que sí se toleres, es posible incluso que se hagan inseparables, pero no es lo habitual.
Esto en lo que os insisto de tener gatos a pares no tiene nada que ver con querer “colocar” dos gatos. Jamás pretenderé desde este blog o en mis charlas en persona “colocar” animales, sino lograr adopciones conscientes.
Yo ahora tengo dos gatos, los dos que veis en la primera imagen. Llegaron con un año de diferencia a casa, ambos cachorros. Ya son unos animales bastante mayores, con catorce y quince años. Cuando ellos falten, que espero que sea dentro de mucho tiempo, procuraré encontrar una pareja de gatos bien avenida. Preferiblemente una pareja adulta, que haya dejado atrás las locuras de la infancia y la adolescencia felina.
Dos gatos como Joel y Dylan, dos hermanos inseparables que apenas ven y necesitan un hogar.
Joel y Dylan necesitan mucha ayuda. Han cumplido un año y desde los dos meses han vivido en una casa de acogida donde se les ha querido y cuidado. Pero no pueden seguir con esta familia y urge encontrarles un hogar.
Los dos tienen visión parcial, a Joel le falta su ojo derecho y Dylan sigue viendo poco por el izquierdo. Estuvieron muy malitos de los ojos, pero a fuerza de varios meses de tratamiento oftalmológico se recuperaron todo lo posible.
Joel es color gris humo y Dylan blanco y negro. Los dos son cariñosos y de muy buen carácter, tiernos y dóciles desde pequeños. Se busca adopción conjunta para ellos en Madrid o alrededores. Están esterilizados, vacunados y con chip. Con acuerdo formal de adopción y seguimiento.
Contacto: [email protected] y 663 033 676
Aquí algunos ejemplos de lo solitarios que son los gatos: