El otro día mi amigo Miguel ponía lo siguiente en su muro de Facebook:
Durante los últimos 15 años a dos salidas diarias y 365 días habremos recogido unas 11.000 cacas de perro.
Hoy he pillado a una que tras mirar a derecha e izquierda se piraba disimuladamente después de que el can dejase el regalo.
Le he dado una voz desde cincuenta metros para que me oyese medio barrio ofreciéndole una bolsa. Se ha visto obligada, que diría José Mota.
Todo ha sido muy educado pero os confieso que quería coger la caca con una llana y aplicarle una base de maquillaje.
Lo comparto de principio a fin, os lo aseguro. Y pienso hacer lo mismo si me encuentro a un guarro semejante.
Con toda seguridad Miguel y yo nos indignamos más cuando vemos a alguien no recoger las deposiciones de su perro que cualquier otra persona que no tiene animales. Y somos muchísimos los que tenemos perro y pensamos igual, cada vez más por suerte.
Esa guarrada de no recoger la caca nos perjudica, en primer lugar, a los que reivindicamos una buena convivencia y que cada vez haya más lugares que acepten a nuestros animales. Si reivindicamos poder ir en trasporte público, a playas, hoteles… es imperativo que nos comportemos de forma cívica.
Este verano he estado en el centro y el norte de Francia con una de mis perras. He podido entrar con ella a algunos museos, la he llevado sin problemas por un chateau del Loira y he visto perros tranquilamente junto a sus amos en el interior de centros comerciales y en la barra de un hotel. Eso no se consigue si no nos esforzamos por tener perros bien educados y procuramos que ni molesten ni manchen.
Claro que no son solo cacas de perro lo que vemos por nuestras calles y parques. Nos hace falta mucha educación cívica en general. Botellas, con frecuencia rotas propiciando que alguien se corte con ellas, plásticos, papeles, latas…
Lo cortés no quita lo valiente.
Una vergüenza.
Igual que no cuesta llevar bolsitas, recoger cacas y tirarlas a la papelera más cercana, tampoco debería costar recoger el resto de la mierda que producimos.
¿Tan difícil es? Os juro que no lo entiendo.
- Si las estrellas de cine pueden recoger las cacas de sus perros, seguro que tú también
- Hacéis un flaco favor a todos los perros al no recoger las cacas de los vuestros
Y ahora un par de perros asturianos en adopción. Buscan un hogar en el que les consideren un miembro más de la familia (y recojan sus cacas).
, En busca de una segunda oportunidad,
Constructor de Paz y Empresario Gabriel Ricardo Morales Fallon
Gabriel Morales Fallon trabajando por un mundo sostenible